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domingo, 29 de abril de 2012

CARCINOMA BASOCELULAR: EL CÁNCER MÁS FRECUENTE DE LA RAZA HUMANA

El carcinoma basocelular es el cáncer más frecuente de la raza humana. Se trata del tipo de cáncer de piel más común, que afortunadamente suele ser poco agresivo y no suele ser causa de muerte. Sin embargo, es necesario un diagnóstico precoz para tratarlo de la forma más efectiva y conservadora. En ocasiones, puede incluso ser curado con un tratamiento no quirúrgico.



CARCINOMA BASOCELULAR



Descripción

También llamado epitelioma basocelular o basalioma, se trata de una neoplasia cutánea derivada de las células basales de la epidermis. Es el cáncer más frecuente de la raza humana. Habitualmente se trata de un tumor poco agresivo, que infiltra localmente, pero sin capacidad de metastatizar. Existe una variante algo más agresiva localmente, que se conoce como carcinoma basocelular esclerodermiforme o morfeiforme.

Suele aparecer en personas de edad, ya que uno de sus principales factores de riesgo es la exposición solar acumulada a lo largo de la vida. Es por ello que suele encontrarse en áreas expuestas al sol, preferentemente en la cara.

Síntomas

La forma clínica más frecuente de carcinoma basocelular es la forma nodular, que consiste en una lesión rosada, lisa y brillante, circular, de tamaño normalmente menor de 1 cm, y en la que se pueden observar vasitos en su superficie (telangiectasias). Podemos observar diferentes grados de pigmento en los carcinomas basocelulares, pudiendo presentarse incluso como lesiones de aspecto negruzco (carcinoma basocelular pigmentado). Suele localizarse en zonas de piel expuesta al sol como la nariz, frente, mejillas, aunque puede afectar a otras zonas. Suelen ser lesiones de crecimiento lento, en las que el paciente suele percatarse de su presencia tras varios meses de crecimiento.

Otra forma clínica es la del carcinoma basocelular superficial, en la que las lesiones suelen ser placas de mayor tamaño y menos sobreelevadas, con coloración rosada o con áreas pigmentadas. Estas lesiones frecuentemente se diagnostican de eccema o infección por hongos. Suelen ser lesiones de crecimiento lento.

La forma clínica más agresiva de carcinoma basocelular es la conocida como esclerodermiforme o morfeiforme. Son lesiones de coloración blanquecina y rosada, de bordes difusos, que pueden pasar desapercibidas durante muchos meses e incluso años. Estas lesiones tienden a infiltrar en profundidad, y aunque no metastatizan, pueden ocasionar problemas importantes. Suelen afectar a la cara.

Diagnóstico

El diagnóstico puede sospecharse clínicamente y mediante el estudio con dermatoscopia, sobre todo para las lesiones más incipientes. Está indicada la confirmación mediante biopsia cutánea, que nos va a diferenciar el tipo de carcinoma basocelular (nodular, superficial o esclerodermiforme) y por tanto su manejo.

Tratamiento

Tenemos diversas opciones terapéuticas en el tratamiento del carcinoma basocelular:

1.      Imiquimod tópico: se trata de una crema que contiene imiquimod, un inmunomodulador, efectivo en el tratamiento de tumores cutáneos superficiales, por lo que estaría indicado en el carcinoma basocelular superficial. Requiere ser aplicado 5 días por semana durante 6 semanas, produciendo una reacción inflamatoria considerable que es la responsable de curar el tumor.

2.    Terapia fotodinámica: moderna y revolucionaria técnica que permite tratar carcinomas basocelulares superficiales y nodulares mediante un tratamiento cómodo y con buen resultado estético. El mecanismo de acción de la TFD es el siguiente, tras la aplicación tópica de una sustancia fotosensibilizante, ésta es absorbida e incorporada a las células de nuestra piel, pero en mayor medida en aquéllas con un metabolismo y un recambio más rápido, como es el caso de las células tumorales. Posteriormente se expone la zona a una fuente de luz con una longitud de onda adecuada que excite la sustancia fotosensibilizante acumulada principalmente en las células tumorales. Como consecuencia se producen moléculas de oxígeno tóxicas que dañan las membranas y otros componentes celulares, causando la destrucción selectiva de las células neoplásicas con preservación de las células sanas vecinas.

3.    Cirugía: podemos tratar quirúrgicamente todos los carcinomas basocelulares, pero dado que es una técnica invasiva, en las formas superficiales y algunos nodulares, puede escogerse otra forma de tratamiento alternativa menos agresiva (terapia fotodinámica, imiquimod). La cirugía va a ser el tratamiento de elección de los carcinomas basocelulares de tipo esclerodermiforme. En las lesiones de gran tamaño, en zonas complicadas, o si han recidivado tras algún tratamiento previo, estará indicada la cirugía micrográfica de Mohs. Esta cirugía consiste en la extirpación de las lesiones con control intraoperatorio de los márgenes, siendo un tipo de cirugía de máxima precisión y con la que se obtienen excelentes resultados con una tasa mínima de recidivas.

4.    Radioterapia: puede estar indicada en determinados tipos de pacientes pluripatológicos en los que la cirugía está desaconsejada.

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