El carcinoma basocelular es el cáncer más frecuente de la raza humana. Se trata del tipo de cáncer de piel más común, que afortunadamente suele ser poco agresivo y no suele ser causa de muerte. Sin embargo, es necesario un diagnóstico precoz para tratarlo de la forma más efectiva y conservadora. En ocasiones, puede incluso ser curado con un tratamiento no quirúrgico.
CARCINOMA BASOCELULAR
Descripción
También
llamado epitelioma basocelular o basalioma, se trata de una neoplasia cutánea
derivada de las células basales de la epidermis. Es el cáncer más frecuente de
la raza humana. Habitualmente se trata de un tumor poco agresivo, que infiltra
localmente, pero sin capacidad de metastatizar. Existe una variante algo más
agresiva localmente, que se conoce como carcinoma basocelular esclerodermiforme
o morfeiforme.
Suele
aparecer en personas de edad, ya que uno de sus principales factores de riesgo
es la exposición solar acumulada a lo largo de la vida. Es por ello que suele
encontrarse en áreas expuestas al sol, preferentemente en la cara.
Síntomas
La
forma clínica más frecuente de carcinoma basocelular es la forma nodular, que
consiste en una lesión rosada, lisa y brillante, circular, de tamaño
normalmente menor de 1 cm, y en la que se pueden observar vasitos en su
superficie (telangiectasias). Podemos observar diferentes grados de pigmento en
los carcinomas basocelulares, pudiendo presentarse incluso como lesiones de
aspecto negruzco (carcinoma basocelular pigmentado). Suele localizarse en zonas
de piel expuesta al sol como la nariz, frente, mejillas, aunque puede afectar a
otras zonas. Suelen ser lesiones de crecimiento lento, en las que el paciente
suele percatarse de su presencia tras varios meses de crecimiento.
Otra
forma clínica es la del carcinoma basocelular superficial, en la que las
lesiones suelen ser placas de mayor tamaño y menos sobreelevadas, con coloración
rosada o con áreas pigmentadas. Estas lesiones frecuentemente se diagnostican
de eccema o infección por hongos. Suelen ser lesiones de crecimiento lento.
La
forma clínica más agresiva de carcinoma basocelular es la conocida como
esclerodermiforme o morfeiforme. Son lesiones de coloración blanquecina y
rosada, de bordes difusos, que pueden pasar desapercibidas durante muchos meses
e incluso años. Estas lesiones tienden a infiltrar en profundidad, y aunque no
metastatizan, pueden ocasionar problemas importantes. Suelen afectar a la cara.
Diagnóstico
El
diagnóstico puede sospecharse clínicamente y mediante el estudio con
dermatoscopia, sobre todo para las lesiones más incipientes. Está indicada la
confirmación mediante biopsia cutánea, que nos va a diferenciar el tipo de
carcinoma basocelular (nodular, superficial o esclerodermiforme) y por tanto su
manejo.
Tratamiento
Tenemos
diversas opciones terapéuticas en el tratamiento del carcinoma basocelular:
1.
Imiquimod tópico: se
trata de una crema que contiene imiquimod, un inmunomodulador, efectivo en el
tratamiento de tumores cutáneos superficiales, por lo que estaría indicado en
el carcinoma basocelular superficial. Requiere ser aplicado 5 días por semana
durante 6 semanas, produciendo una reacción inflamatoria considerable que es la
responsable de curar el tumor.
2.
Terapia fotodinámica:
moderna y revolucionaria técnica que permite tratar carcinomas basocelulares
superficiales y nodulares mediante un tratamiento cómodo y con buen resultado
estético. El mecanismo de acción de la TFD es el siguiente, tras la aplicación
tópica de una sustancia fotosensibilizante, ésta es absorbida e incorporada a
las células de nuestra piel, pero en mayor medida en aquéllas con un
metabolismo y un recambio más rápido, como es el caso de las células tumorales.
Posteriormente se expone la zona a una fuente de luz con una longitud de onda
adecuada que excite la sustancia fotosensibilizante acumulada principalmente en
las células tumorales. Como consecuencia se producen moléculas de oxígeno
tóxicas que dañan las membranas y otros componentes celulares, causando la
destrucción selectiva de las células neoplásicas con preservación de las
células sanas vecinas.
3.
Cirugía: podemos
tratar quirúrgicamente todos los carcinomas basocelulares, pero dado que es una
técnica invasiva, en las formas superficiales y algunos nodulares, puede
escogerse otra forma de tratamiento alternativa menos agresiva (terapia
fotodinámica, imiquimod). La cirugía va a ser el tratamiento de elección de los
carcinomas basocelulares de tipo esclerodermiforme. En las lesiones de gran
tamaño, en zonas complicadas, o si han recidivado tras algún tratamiento
previo, estará indicada la cirugía micrográfica de Mohs. Esta cirugía consiste
en la extirpación de las lesiones con control intraoperatorio de los márgenes,
siendo un tipo de cirugía de máxima precisión y con la que se obtienen
excelentes resultados con una tasa mínima de recidivas.
4.
Radioterapia: puede
estar indicada en determinados tipos de pacientes pluripatológicos en los que
la cirugía está desaconsejada.